Congreso

Una llamada entre Feijóo y Abascal minutos antes de la votación precipitó la crisis PP-Vox

Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo.
Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo.

Una llamada entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal precipitó la decisión de Vox de no votar por la candidata del PP a la Presidencia del Congreso, Cuca Gamarra.

La comunicación se produjo a través de una llamada telefónica poco antes de que comenzase la votación. Abascal telefoneó a Feijóo y fue entonces cuando el líder del PP le trasladó que no facilitarían un puesto a su partido en la Mesa del Congreso, a fin de asegurar la representación del PP. Por entonces, la elección de Francina Armengol se daba prácticamente por segura, tras anunciar Junts y ERC un acuerdo con el PSOE, lo que reducía a cero las opciones de Gamarra.

Ambos se encontraban en sus respectivos despachos, a punto de entrar en el hemiciclo. La conversación duró unos minutos y el anuncio de Feijóo dejó descolocado a Abascal. La reacción es por todos conocida: Vox cambió de planes y optó por votar a su diputado Ignacio Gil Lázaro como candidato a la Presidencia de la Cámara, en lugar de sumar sus fuerzas parlamentarias en favor de Gamarra. Según confirmó después el PP, desconocían la intención de Vox. La cara de asombro de la bancada popular, en plena votación, fue sintomática de la tensión del momento.

Según la versión de Vox, la llamada entre los líderes, fue tensa y Feijóo se mostró tajante. Cierto es que, con los números en la mano, no había nada que hacer, después de que Junts firmase un acuerdo con el PSOE para «facilitar» la Presidencia a Francina Armengol. Según Génova, la decisión sobrevino porque, una vez perdida la Presidencia, sólo los cuatro puestos en el órgano rector representan, para los popularesla victoria electoral que Feijóo tuvo en las urnas el pasado 23J. El PP consideró entonces que «ceder un puesto en la Mesa no habría garantizado una mejora en la representación del PP», como ha publicado OKDIARIO, y por ello, tras conocer el apoyo de los independentistas a Armengol, el partido de Núñez Feijóo decidió quedarse con las dos vicepresidencias y las dos secretarías que le pertenecían según los resultados electorales. El escenario habría sido diferente, explican, si Gamarra hubiese sido elegida presidenta del Congreso.

Tras la votación, Abascal aseguró sentirse «perplejo» por la situación y aseguró que pedirá «explicaciones» al PP.

«Estamos algo perplejos porque no parece que impedir que la tercera fuerza política de España quede fuera de la Mesa del Congreso sea precisamente recuperar la normalidad democrática y la neutralidad de las instituciones», manifestó tras la sesión en el Congreso.

Este viernes, no obstante, Vox ha confirmado que su partido estaría dispuesto a apoyar la investidura de Feijóo pero ha advertido a los populares de que ni regalan sus votos ni el PP puede pretender obtener apoyos «a cambio de ofensas». Su portavoz, Ignacio Garriga, ha subrayado que pese a ese gesto de «desprecio y soberbia» y «saltarse el PP la lógica parlamentaria», Vox va a seguir con la «mano tendida» a una investidura de Feijóo.

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